miércoles, 16 de marzo de 2011

Japón: Despiertame cuando pase el temblor...




Hace mucho que no me tomaba un minuto para descargar por el medio que más me gusta: la escritura.

Pero hoy gracias a un mensaje de una amiga me volvieron las ganas de utilizar este cable a tierra como lo llamo yo… un lugar de encuentro con uno mismo y también de reflexión.

Hoy tengo muchas ganas de hablar de lo que está ocurriendo en Japón… pero no para ponerme en un falso lugar de opinóloga porque realmente no sé nada de tsunamis… simplemente contar una experiencia personal, por qué me toca de cerca este desastre natural.

Hace año y medio atrás estaba en Sakura Gaoka, un suburbio de Japón muy cercano a la gran ciudad Yokohama. Ahí fui repleta de esperanzas, con la vaga idea de que si me salía todo bien podía quedarme a vivir.

Si bien las cosas no salieron como me esperaba, el destino siempre trae una recompensa… sin embargo volví maravillada de la cultura oriental.

De hecho escribí una nota en este blog contando la conciencia que tenían en cuanto a respetar el espacio del otro, de cuidar su casa, su barrio… si bien confieso que cada uno vive dentro de su mundo porque es todo tan perfecto que nunca necesitas del otro por lo tanto aumenta el individualismo, era impactante ver calles limpias, horarios que se respetan en todos los ámbitos de la vida… en fin… acostumbrada a nuestro desorden constante característico del ser argento volví elogiando esas virtudes del ciudadano japonés.

Pero hoy, con la mirada un poco más objetiva, de vuelta en mi Buenos Aires querido, confieso que me apena mucho lo que está sucediendo… me pregunto cómo sobrevivir a esa tragedia estando completamente solo… porque así se maneja el japonés… no pide ayuda, se cree autosuficiente… aunque venga la catástrofe más grande…

Es verdad tienen millones de recursos que están a años luz de nosotros, pero nada de toda la tecnología que Japón me pueda ofrecer se compara con el abrazo de un ser querido, con la preocupación de aun estando acá me demostraron varios diciéndome que pensaban en mi, en que difícil hubiera sido para mi familia si yo estuviera allá viviendo esta tragedia…
Ojalá estos desastres naturales al menos sirvan para crear lazos entre la comunidad japonesa…