Dónde están los sueños
de un alma en pena
que no para de crecer.
Adónde van los buenos recuerdos,
aquellas sonrisas que un día
mi cara reflejaba
cuando no temía mostrarme
tal cual soy.
Dónde está el cajón para guardar mis llantos
y sumergirlos en agua para que la marea
los haga desaparecer.
Porque ya no está el empeño en esos proyectos
que un día sinplemente...
los dejé de hacer.
Y me hago preguntas,
esclava de mi cabeza
que guarda temores
que a mi me deja conocer,
enfrentamiento entre mi sombra y esa vida que llevaba...
la que a veces intento recomponer.
Pero no se recupera aquello que nunca se ha perdido
sólo se oculta en un campo desierto
que no ha de florecer.
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