Casi sin percibirlo
aprendí que no existe el tiempo
en cuestiones del corazón.
La vida pasa y oportunidades se pierden
cuando perdés la brújula...
hoy me guío sin timón.
Elecciones sin convicción
montaña rusa de sensación.
El horizonte que no aparece
en esta noche eterna.
Y no te culpo por haber perdido la razón
y ya no juzgo
si perdí las reglas de juego
en medio de una decisión.
En este combate
contra la nada misma
no hay peor rival
que un extraño en tu cuerpo
perdido en mareos del dolor.
A aquella extraña sensación de incertidumbre luego de un gran dolor...
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