Comienzo en Punta Alta

Llegué el viernes 18 de julio a las 7am...

No sabía con qué me iba a encontrar, cómo me iba a aceptar mi nuevo sitio, con más dudas que certezas pero llegué.

Ese mismo día me encontré con la persona que más necesitaba ver: Mi vieja.

Desayunamos, charlamos de todos estos cambios y salimos como locas a comprar cosas para mi nuevo cuartito (a todo esto pobre el esposo de mi vieja -Héctor- bancándose a una pseudo adolescente que trajo su música y su locura de ciudad a su tranquila Punta Alta jeje).

Y ahí estábamos las dos, más unidas que nunca... cantando como dos tontas canciones de Alejandro Lerner en el auto... felices porque la vida (o quizá el tiempo que es muy sabio) nos estaba volviendo a dar la oportunidad de estar juntas... siempre estuvimos unidas por el corazón pero hay personas (mi mamá) que necesariamente son necesitadas físicamente... porque seamos honestos... nada como la contención, el cariño y el abrazo de una madre.

En realidad iba a empezar esta nueva entrada hablando de todos los proyectos que surgieron improvistamente una vez que llegué a Punta Alta ( y eso que llevo nada más 5 días acá jeje) pero el corazón le ganó a la razón y hoy le dedico esta entrada a esa persona que me hizo ser quien soy hoy, que siempre va a estar incondicionalmente para darme su amor sin esperar nada a cambio... a vos MAMONA :)

No puedo olvidarme de alguien que también es parte de esto (de mi sueño de no perder esa ilusión de que la familia es algo importante para el ser humano): Héctor.

A vos también te escribo desde el corazón, te agradezco la oportunidad que me das de abrirme las puertas de tu casa, de aceptarme como soy a pesar de que seguramente muchas de mis cosas te pongan de la cabeza y quieras mover tus manos de aquí para allá para buscarle una explicación a las cosas que hace CoNyTa.

A ustedes dos simplemente... LOS QUIERO MUCHO.