AQUÍ VIVIÓ MAFALDA. Imagen de la placa ubicada en el edificio donde vivió la protagonista
La ley bloguer aprobada
Aquí vivió Mafalda
El 31 de octubre de 2005 los periodistas Darío Gallo y Pablo Mancini armaron en la página web http://lacasademafalda.blogspot.com/ un blog con el fin de juntar firmas para conseguir que en dicha dirección (Chile 371) se pusiera una placa que diga “Aquí vivió Mafalda” para inmortalizar el mito. La idea juntó más de 300 firmas de distintos lectores de la historieta de Quino dispersos por el mundo.
En dicho blog, se publicó una carta abierta para que el Gobierno la transformara en ley. A los dos meses, impulsada por el legislado porteño Norberto La Porta, se convirtió en proyecto de ley.
La idea, a pesar de haber surgido por los dos jóvenes periodistas, tuvo su origen durante el acto de "Declaración de Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a Joaquín Salvador Lavado, Quino", en el cual concurrió -el también humorista- Caloi que tomó la iniciativa de solicitar que se imponga como hito de la Ciudad a la casa del famoso personaje ubicada en las calles Defensa y Chile, en el barrio de San Telmo.
En aquél momento él habló de una placa diciendo: “Aquí se sentó Mafalda”.
Después de este acto, los alumnos de la maestría de periodismo en Clarín publicaron una nota en el periódico Aires del Sur sobre el barrio de Mafalda. En ella contaban que Quino se inspiró en San Telmo para enmarcar la historieta ya que, por ejemplo, el escritor ya conocía el lugar donde estaba el Almacén Don Manolo, sobre la calle Balcarce en la que hoy en día hay un maxiquiosco que tiene un cartel recordatorio. Además, estos alumnos afirmaron que la casa de Mafalda se encontraba en San Telmo.
A partir de esta nota, Darío Gallo se puso a rastrear en la historieta el número de domicilio exacto de Quino y una vez que lo consiguió fue hacia allá. El periodista fotografió la casa de Mafalda, contó en su blog la iniciativa de Caloi y agregó la idea de que se creara un tour por el barrio que incluyera lugares claves de la tira.
El también periodista Pablo Mancini, al leer el blog de Gallo, se comunicó con este y le propuso juntar firmas para que la idea tomara forma.
Entre los dos, decidieron escribir en el blog una carta dirigida al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. A partir de este movimiento, comenzaron a recibir el apoyo de distintas personas del mundo con el mismo fanatismo por el personaje.
La importancia de San Telmo en la historieta
Las escenas de Mafalda nacieron en el departamento de la calle Chile en 1963, cuando Quino crea el personaje para una agencia de publicidad -que finalmente no lo utilizó-. Pero el 29 de septiembre de 1964, la protagonista sale en el semanario Primera Plana.
Más tarde apareció en el periódico El Mundo hasta la fecha de su cierre. En 1966 se recopilaron en un libro todas las publicaciones y se vendieron 130.000 ejemplares. Este fue el comienzo del rotundo éxito que después se publicaría en distintos idiomas como el inglés, francés, italiano, griego e incluso en chino.
El escalón de la puerta del -ya famoso- edificio, fue el principal escenario en donde Mafalda se reunía con sus amigos, entre ellos Manolito y Felipe, quienes la acompañaron desde el comienzo. El primero un galleguito “relaciones públicas” del almacén de su papá, el último un soñador esperanzado.
Ahí se guardan todas sus vivencias, debates, juegos y situaciones características de adolescentes. En esa casa, en la cual la madre de la protagonista sufría las preguntas inquietantes de su hija mientras hacia las tareas domésticas, años más tarde, llegaría Guille –el hermanito de Mafalda-. En este edificio, durante muchos años, Quino -creador de Mafalda- vivió.
Este barrio pasó a ser gran parte de la historia ya que lugares como el almacén de Don Manolo -hoy un maxiquiosco- tenían real existencia. El diariero que era vecino de Mafalda y se llamaba Jorge era en realidad el quiosquero de la esquina de Defensa y Chile que era muy amigo de Quino.
Los impulsores de la Ley Mafalda
Darío Gallo tiene 41 años y es el editor ejecutivo de la revista Noticias, donde ingresó en 1994 como cronista de Política Nacional. En el 2005, publicó su primer libreo “El Coti” que es la biografía autorizada de Enrique Nosiglia. Desde febrero de 2006, dicta el curso de "Periodismo Político" en Periodismo.net.
Además sigue manteniendo su weblog donde -según él- escribe “Cosas sobre periodismo y política, sin pretensiones literarias ni políticas. Es un espacio de experimentación, donde seguir aprendiendo periodismo con las nuevas tecnologías”.
Según Gallo “Mafalda es una vieja conocida de la infancia y una lectura apasionada de mi juventud. Me gustaba porque las tiras de Quino hasta se podían oler, de tanto que transmitían”. Darío dice que no tiene un personaje preferido aunque afirma que “Manolito era entrañable”.
Pablo Mancini –el otro impulsor de la ley- tiene 24 años y fue quien sugirió lo de las firmas. Si bien pertenece a otra generación -con respecto a Gallo-, el joven es Secretario de Redacción del diario digital Interlink Headline y tiene su propio blog de noticias llamado Nativos Digitales.
Cuando vio lo de Gallo, pensó que algo tenían que hacer aprovechando la capacidad de organización que ofrecen los blogs.
Mancini afirma “Mafalda es parte de lo que soy y de lo que quiero ser. Es el modelo intelectual al que uno aspira, del que uno aprende. Mafalda para mi significa actualidad, capacidad de trascender la coyuntura político-mediática, humor, muecas cómplices y guiños en secreto”.
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